¡¡¡Hola!!!
continuamos con nuestro blog, con la intención de aprender un poco más de lo que nos rodea, porque ya sabemos que el saber no ocupa lugar. Y, en este caso, lo haremos de la cultura.
continuamos con nuestro blog, con la intención de aprender un poco más de lo que nos rodea, porque ya sabemos que el saber no ocupa lugar. Y, en este caso, lo haremos de la cultura.
La cultura, es
un término complejo, que engloba diversos aspectos. La podemos definir desde
diferentes enfoques, que le dan un sentido u otro, pero todos están
relacionados. Entre ellos, podemos destacar:
La cultura desde el enfoque humanista o ilustrado: conjunto de conocimientos no
especializados, adquiridos por una persona mediante el estudio, la lectura, los
viajes, ...
La cultura desde el enfoque antropológico: aquella totalidad compleja que
incluye conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y todas las
demás capacidades y hábitos que el hombre adquiere como miembro de una sociedad
(Taylor, 1871).
La cultura desde la gestión cultural: cultura como un conjunto de actividades y
productos de carácter simbólico, realizadas en el ámbito intelectual,
artístico, social y recreativo, concebidos con un carácter creativo (López de
Aguileta, 2000).
La cultura desde un enfoque más economista: la cultura como actividad
económica es el conjunto de unidades u organizaciones de producción, que
constituyen un sector de la oferta pública o privada de bienes, servicios y
valores, dirigidos a un mercado de consumidores, con el objetivo de satisfacer
necesidades o deseos en un mercado competitivo.
Podemos
observar la variedad de enfoques desde los que podemos definir el concepto de
cultura. Pero, para que se entienda mejor, vamos a ofrecer una breve reflexión
para su comprensión;
Podemos
adquirir y generar cultura en todo momento y en cualquier entorno, es decir,
cuando leemos, vemos una película, incluso cuando hablamos (el significado que
le damos a las palabras) ... estamos reproduciendo una cultura que hemos
adquirido, adquisición que se hace por el simple hecho de ser miembro de una
sociedad. Entonces, la cultura en unos términos más claros, son todos esos
conocimientos, significados, en las cosas que creemos y en las que no, los
hábitos (alimentarios, de ocio, ...) realizamos y los que no, ... que
realizamos las personas, como individuos y como colectivo, que nos diferencia
de otras sociedades.
Siguiendo
esta línea, la cultura es aquello que diferencia unas sociedades de otras, por
lo tanto, no hay culturas ni mejores ni peores, simplemente, hay diversas
culturas con patrones muy diferenciados. Para comprender mejor estas palabras,
pondremos un ejemplo; en la sociedad española, es muy común que las personas, a
la hora de hablar lo unos con los otros, se acerquen mucho. Sin embargo, en las
sociedades japonesas, es todo lo contrario, mantienen cierta distancia. Esto no
quiere decir que ellos sean más “bordes” o nosotros más “confiados”, sino que
pertenecemos a culturas diferentes.
Es evidente
que, la cultura es compartida, de todos y para todos, pero el desarrollo de
esta depende mucho de la política cultural. Como no es de las ramas más
conocidas de la política, la definiremos; la política cultural es el conjunto
de estructuras de acciones y practicas sociales conscientes y deliberadas de
los organismos públicos (también de otros agentes sociales y culturales)
orientadas a regular y proteger actividades relacionadas con los sectores
artísticos y creativos. Cabe destacar el concepto de democracia cultural,
que hace referencia a la participación activa de todos los sujetos de una
sociedad en la cultura y las actividades culturales, centrándose en la difusión
cultural.
El concepto de proteger la cultura y la democracia cultural, en la actualidad, está peligrando. Los recortes consecuentes de la crisis española de 2008 afectaron, principalmente, a las políticas sociales y culturales. Esto a supuesto, que el simple hecho de ir al cine o a un teatro sea un privilegio de solo unos pocos (aquellos con el dinero suficiente). De esta manera, estamos negando cultura a aquellos con menos recursos, rompiendo con el "lema" nombrado anteriormente; la cultura es de todos y para todos.
Por último,
para daros un poco que pensar, os mostramos una foto relacionada con todo lo
mencionado anteriormente. Reflexionar sobre ella.
En el mundo
actual, en el que vivimos a penas damos valor a la cultura, al arte, …, se lo
otorgamos a lo material, al dinero, … sin darnos cuenta de que, nosotros hemos
sido los responsables de dar ese valor con nuestros actos. Ciertamente, hemos
sido, en cierta medida, manipulados por las grandes empresas e instituciones,
que son los principales interesados, ya que, si controlan la cultura, y por
tanto nuestros actos, pueden detectar gustos, estilos de vida, deseos de
población, así ofrecer a cambio de dinero, y ellos enriquecerse. Pero, de la
misma forma, podemos cambiar esa importancia. Algo que no les iría nada bien a
los agentes mencionados antes. Por esto, Mafalda, afirma la peligrosidad de que
la cultura valga más que el dinero, peligrosidad, principalmente, para dichas
instituciones.
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